domingo, 4 de noviembre de 2018

Ojalá te quedes.

                                                   “Todo parece apuntar a ti,
                                                     pero si disparan:
                                                    yo me pondré delante.”
                                                                     -Irene X


Ojalá que nunca eche de menos tu risa.

Ojalá que nunca llegue el invierno
arrasando con todos los rechinar de dientes,
que no rebose la humedad en los coches
ni vea nevar en Sevilla por la tele.

Ojalá no funcionen los timbres
que llamen a no verte,
ni hagan cola las abejas para
una reina que se ha ido.

Ojalá la felicidad siempre dependa
de ti y de mí,
que no se levanten muros que
aguarden tempestades.

Ojalá resuciten las mariposas muertas,
y te conozcan,
y crezcan las larvas,
y les vuelvan a salir alas.

Ojalá que todo lo que deba saber del amor
sea esto,
y que no se manche,
y que no duela,
y que nunca llores.

Ojalá nunca tengamos nada
y con eso nos sobre.


lunes, 30 de abril de 2018

Todo bien, mamá.

                                             “Que cuando ella cruza por debajo del cielo
                                                         solo el tonto mira al cielo.”
                                                                    -Escandar Algeet

Mamá,
hace ya unos días que no respondo a tus llamadas,
que no te cuento cómo me ha ido el día,
cómo me absorben la vida los quehaceres rutinarios,
las prisas de la gente -siempre tarde-,
el claxón, los gritos, la vida de ciudad.

Pero es que mamá,
no lo entiendes.

Estoy empezando a olvidarme de todo ello.
Y es que mamá,
he conocido a alguien.

Alguien que nunca llega tarde
porque piensa que el tiempo es lo mejor
que podemos regalar.
Y qué lástima mamá,
que cuando llegue el tiempo corra más
y yo quiera detenerlo
pero,
que va.

Alguien que me trata como una diosa,
como si yo fuese espejo,
como si ella se viese reflejada en mis pupilas.
Pero no,
se piensa humana aunque yo no la crea,
aunque la crea porque
creo en ella.

-Y qué vais a contarme de lo bonito que es el mar
si no habeis visto sus ojos.-

Ojalá la conozcas mamá
y entiendas por qué ya nunca estoy pendiente del teléfono,
que tengo cosas mejores que ver fuera.
Que la vida no es eso que nos cuentan por la tele,
que es mucho mejor,
que podemos aspirar a lo que queramos conseguir
y que yo,
ya lo he conseguido:
he conseguido olvidarlo todo
desde que la tengo a ella.




viernes, 12 de enero de 2018

Carta 628194

                                                       “Yo que nunca supe llegar a mi hora 
                                                              hoy me quedé esperándote.”
                                                                                  -El Kanka
                                            

Lo más difícil de que te fueras fue abandonar tu rutina, probar nuevos sabores que no buscaba, querer encontrar en otros bailes los mismos pasos.

Y no, el problema no era estar de nuevo sola, sino estar sin ti.

A veces, se me escapa sin querer tu nombre, se me repite en la cabeza como una canción pegadiza y de nuevo las preguntas: cómo estará, qué habría sido si. 

Si no hubiese hecho tal. 

Voy haciendo progresos, me gustaría que lo supieras. Estoy siendo lo más feliz que puedo, cuando salgo ya no me siento tan sola. Los días van pasando y voy a la facultad, conozco gente -nunca demasiado porque no quiero cometer los mismos errores- hasta que de pronto cómo estará, qué habría sido si. 

Si no hubieses hecho tal.

Te echo de menos, pero no quiero que vuelvas. Nos rendimos demasiado pronto, pero ya era suficiente. 

Como diria Irene, siempre ponemos el pero detrás del te quiero, aunque a veces haya que repasarlo para que no se borre.