viernes, 26 de septiembre de 2014

12x2.

Una.
Absenta para olvidar.
Dos.
Recuerdos de aquellos años
que entrecruzaron vidas.
Tres.
La noche resiste 
a nuestro encuentro.
Cuatro.
Sábanas se hacen hogar
con ocupas dentro.
Cinco.
Confidencias.
Seis.
El sueño se apodera del frío
que recorre la habitación.
Siete. 
Sueño que la estoy besando,
la beso.
Ocho.
La madrugada se hace café
mientras me mira.
Nueve.
Desvivimos con ojeras el día.
Diez.
El balcón incitaba a querer(nos)
sobrevolar la ciudad.
Once.
Llueve,
será mejor quedarse en casa.
Doce.
Acércame la manta
o abrázame.

Repitamos el ciclo,
doce por dos,
dos amaneceres,
dos personas,
veinticuatro (horas).

sábado, 20 de septiembre de 2014

Por ser musa.

Por ser musa 
yo te invento,
te moldeo a mi forma
y te tiento,
te tomo como libre
y te siento.

Por ser musa
canciones son frases tuyas,
obras son tus diálogos
y amor
amor es ser musa,
sin quererlo.

Por ser musa
yo te escribo,
te pinto,
como nubes en el cielo
que adoptan su forma.
Y te las inventas,
esperando el milagro 
de que alguien
las entienda.

Mi musa
la que colorea de luces el día
la que llora si los pájaros no vuelan.

Mi musa.

Mía. Y del viento.

domingo, 7 de septiembre de 2014

El fracaso.

Para volar
solo hace falta
no tener miedo.
Para sentir
solo hace falta
volar.
Para vivir
solo hace falta
sentir,
no pensar,
no entender,
no esperar.

La decepción viene así,
en pequeñas dosis,
ya sea con uno,
con otro,
o con ambos.
Esperar de más
donde hay menos,
algo así es el
fracaso
y es necesario
no tener miedo
para sacar las alas
y volar
para vivir
en las profundidades
del sentimiento.

Entenderlo
siempre
fue
hacerlo

libre.