martes, 14 de abril de 2015

Quince.

Dime de dónde te has escapado
porque no me encuentro.
¿Eras esa brisa que mecía,
torcida, la autopista de mi vida?
Siempre tan cálida y ausente,
siempre tan ida y revuelta
-menos mal que siempre volvías
con un adiós entre las manos-.

Dime de dónde eres
porque quiero buscarme.
¿Eras de ese cuento
el hada que atormentaba al villano?
Nunca de besos y caricias,
nunca de versos y poesía
-solo encuentro palabras
cuando escribo sobre tu boca-.

Dime de dónde procedes
porque quiero imaginarme.
¿Eras la que llegaba siempre tarde
cuando la vida le metía prisa?
Tan de ahora y siempre,
tan de nunca y ojalá
-ojalá tus manos esbozando
mi añoranza sobre el papel-.

Dime de dónde vienes
y te diré hacia dónde voy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario