domingo, 4 de octubre de 2015

SrS

Dejé de escribir para empezar a soñar
y, últimamente, sueño más de lo que debo.

Sueño que tu pelo me enrreda,
como una red de promesas mojadas,
y se me eriza la piel.

Sueño que llego demasiado pronto
y demasiado tarde,
que te espero dentro de una casa en ruinas,
solo por si sonríes.

Sueño que me rozan tus manos la cara
y mis sentidos rejuvenecen cinco años.
Que aprendo a bailar sin zapatos,
sin miedo a que me pises los pies.

Sueño que cantamos en el coche
y te bebes mi cerveza.
Que me llevas al extremo
y te haces la dura.

Sueño que eres puzzle
y te hago cuadro.

Sueño que duermes tranquila en mi pecho
y mil luciérnagas entran por nuestras bocas.
Así iluminamos París.

Sueño que me miras
y me quedo ahí plantada,
confundiendo realidades de plomo,
guiada por tu corriente hacia Sidney,
rompiendo el guión de mi obra,
cortando los hilos que me separan del vacío.

Sueño que despierto
y te veo a mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario