sábado, 2 de agosto de 2014

Al borde del mañana.

Cuando una persona está a punto de saltar
a un precipicio
sin saber
si caerá de pie,
de espaldas, 
de frente,
o simplemente
quedará enganchada a una rama.

Cuando una persona está a punto de cruzar 
una avenida,
sin saber 
si los coches 
frenarán,
acelerarán,
o chocarán entre sí.

Cuando una persona conoce 
a otra, 
sin saber
que será de ellos
mañana,
hoy,
o cualquier otro día
del resto de sus vidas.

Entonces, empieza el camino
al borde del mañana.

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