lunes, 19 de enero de 2015

La flor.

A veces hay que despedirse 
cuando algo acaba de comenzar.

El hombre es estúpido por naturaleza
y qué mayor estupidez
que dejar a medias.

El clima que siempre 
se ha puesto a favor
de las ganas,
hoy se nubla
y las nubes
-bajas-
no dejan ver
cómo florecen los campos
-es primavera,
aunque no se vea el sol-.

Empieza a llover,
cada vez más fuerte,
cada vez más claro,
 y yo,
cada vez más (i)lusa.

La tormenta arrasa
con todo lo que ve a su alrededor,
pero amigos,
hay una flor,
una única flor,
que se mantiene en pie
entre los destrozos.
Y es esa la razón,
por la que merece la pena
volver a llover.

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